Su Majestad el Rey, acompañado por Su Majestad la Reina y por Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, presidió el pasado 22 de abril la ceremonia de puesta a flote del S-81, el primer submarino de la serie S-80, en el astillero de Navantia en Cartagena.
El S-81, que llevará el nombre ‘Isaac Peral’ en honor al inventor cartagenero, es el primer submarino diseñado y construido íntegramente en España y, por lo tanto, es una clara apuesta por el desarrollo tecnológico nacional, lo que potenciará la independencia estratégica de la defensa del país y la proyección internacional del tejido industrial español.
Con este programa, España entra en el reducido grupo de diez países que tienen capacidad para diseñar y construir submarinos, un desafío enormemente complejo puesto que se trata de buques que deben operar de forma autónoma en un entorno hostil. Por lo tanto, requieren conocimientos altamente especializados en disciplinas diversas y una base industrial y tecnológica de apoyo extremadamente cualificada.
El programa S-80 es el mayor reto industrial y tecnológico afrontado por la industria de defensa nacional y con el que Navantia da un enorme salto tecnológico.
Tecnología punta
Los submarinos S-80 tendrán una eslora total de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 metros y un desplazamiento en inmersión de alrededor de 3.000 toneladas. Entre sus aportaciones tecnológicas destacan el sistema de combate y control de plataforma de Navantia Sistemas, y un sistema de propulsión anaeróbico revolucionario desarrollado por Navantia que aporta gran sigilo en inmersión, denominado BEST-AIP. Este sistema de propulsión independiente de la atmósfera le permitirá obtener energía eléctrica, a partir de pilas de combustible que utilizan tecnología procedente del sector aeroespacial, a cualquier profundidad. Así, podrá permanecer semanas sin salir a cota periscópica, lo que mejorará su discreción, principal atributo de un submarino.
Los S-80 serán, por lo tanto, los submarinos convencionales (no nucleares) más avanzados del mundo, lo que ha despertado el interés de varias marinas de otros países y ha abierto una puerta al mercado internacional en un sector altamente tecnológico.
Impacto en la economía y el empleo
El programa S-80 ha supuesto un salto cualitativo para Navantia, que se sitúa en primera línea del mercado internacional de submarinos convencionales, con ofertas activas en varios países. Lo es también para la industria colaboradora, ya que en el programa S-80 participan un centenar de empresas de 11 comunidades autónomas diferentes.
Genera empleo directo, indirecto e inducido para más de 6.000 personas y un impacto anual en el PIB español (contribución directa, indirecta e inducida) superior a los 250 millones de euros, de los que más de 80 millones son aportación directa al PIB regional (el 1% del PIB de Murcia).