El fondo ProA Capital ha encargado a Deutsche Bank la venta de Moyca, una compañía especializada en la producción de uvas sin pepita, según indican fuentes financieras. Las tasaciones parten de los 400 millones de euros.
ProA compró Moyca en 2016 por unos 200 millones de euros, imponiéndose a otros fondos españoles como Alantra o MCH. El fondo que pilota Fernando Ortiz cuenta con en torno al 50% del capital, mientras que el resto está en manos del presidente de la compañía, Enrique Moya, con alrededor del 15%, y los fundadores, la familia Cánovas, con más del 30%.
Moyca facturó en 2021, el último ejercicio con cuentas auditadas ante el Registro Mercantil, 144 millones de euros, con un beneficio neto de unos cinco millones de euros. El vendedor, que tras casi ocho años en el capital de la compañía más que supera el periodo habitual de inversión de este tipo de fondos, calcula que la compañía ha cerrado el ejercicio de 2023 con un ebitda (beneficio bruto de explotación) de unos 25 millones de euros, lo que dispara la valoración de la empresa a unos 400 millones de euros.
El calendario del fondo pasa por abordar la desinversión de este activo a lo largo de este año. Para ello ha contratado al banco de inversión de Deustche Bank para que pilote el proceso, que ya está sondeando a los posibles interesados.
El sector agrícola y, en concreto, todo lo vinculado con nuevos cultivos y la biotecnología es un verdadero imán para los grandes fondos de capital riesgo. Se espera, por tanto, que todos los fondos de tamaño medio que operan en España estudien la compra de esta compañía. La operación de referencia es la inversión minoritaria en 2020 del fondo sueco EQT en la biotecnológica murciana SNFL, propiedad de AM Fresh, especializada precisamente en la producción de variedades frutales de uvas y cerezas, sin pepita, que resistan mejor las enfermedades o tengan un elevado valor nutricional.
Tampoco se descarta la participación en la puja de otras compañías del sector agro que busquen con la adquisición de Moyca reforzarse en el segmento de las uvas de mesa.
La compañía murciana, que tiene una plantilla de unos 3.000 trabajadores, cuenta con 2.200 hectáreas, en Murcia, Alicante y Badajoz, que producen más de 54 variedades de uvas sin pepita. Produce 70.000 toneladas anuales, según su propia página web, de las cuales el 70% va destinado a la exportación, con Reino Unido como principal mercado foráneo. De los 144 millones de ingresos en 2021, más del 80% fue destinado al negocio extranjero. Está presente también en Dubái, Sudáfrica Hong Kong, Canadá o Malasia.